Desde mi punto de vista, los
estereotipos de género afectan tanto a niños como a niñas, tanto a hombres como
a mujeres; pero no de igual manera.
Los estereotipos marcan un
modelo, un patrón que se ha de seguir para ser “niña” / “mujer” o “niño” /
“hombre”. En definitiva, un patrón que marca lo masculino y un patrón que marca
lo femenino. Tengamos en cuenta que la
palabra género, según la RAE, alude a un punto de vista sociocultural, a un
construto social, no biológico. Los estereotipos
ligados al género nos marcan lo que la sociedad acepta como propio de cada
género, partiendo de una concepción binaria del género. Hoy en día, las teorías de género hablan de
más de un género e incluso del término género
fluido para aquellas personas que no se sienten identificadas con un género
en particular.
Por tanto, los estereotipos de género están limitando y
coartando nuestro desarrollo personal, porque, tal y como se ve en los vídeos,
sigue prevaleciendo un patrón de mujer / niña, como persona sumisa, débil, que
debe ocuparse del cuidado de pequeños y mayores y poco capacitada para la
acción, para la ciencia… Mientras que
para el hombre / niño persisten los estereotipos de fuerte, poco sensible, una
persona de acción que toma decisiones.
Todos estos estereotipos condicionan fuertemente hoy en día la formación
y educación de nuestros jóvenes, a través de la familia, de los medios de
comunicación, de las redes sociales,… El
porno (los niños y niñas empiezan a ver
pornografía en internet a la edad de 8 años), los videojuegos, los vídeoclips,
los programas de televisión (en especial los realities) ahondan en estos
estereotipos.
Desde la institución escolar en general y desde mi papel
como orientadora, en particular, trabajamos para educar en la igualdad, para
reflexionar sobre estos estereotipos, para formar personas, no hombres y mujeres, que pueden escoger
libremente como quieren ser. Para ello
utilizamos numerosos materiales en diversos ámbitos, entre ellos la tutoría y
la orientación académica y profesional.
En este último ámbitos, utilizo un material editado por el Instituto
Asturiano de la Mujer, Rompiendo
Esquemas, “una herramienta de trabajo para la Educación Secundaria
Obligatoria que facilite una orientación educativa presidida por el principio
de igualdad de oportunidades…”
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