miércoles, 18 de marzo de 2020

El lenguaje importa a la hora de hablar de igualdad


Es evidente que el lenguaje es importante cuando hablamos de igualdad. Porque el lenguaje no es neutro; el uso del lenguaje atribuye connotaciones a  las palabras más allá de su significado literal y aún en este significado literal.  Más allá de que en el español los nombres tienen género, tienen morfemas distintivos del género masculino y femenino; solo en las palabras de personas el género suele corresponderse con el sexo biológico (y siempre partiendo de una concepción binaria del sexo y del género), pero en las palabras que se refieren a animales o cosas el género es el que se viene asignando por su uso.  Por tanto, es el uso el que va determinando el significado de las palabras.  Así ocurre con los llamados duales aparentes, palabras cuyo género gramatical femenino cambia el significado y normalmente no es positivo.
Por ejemplo, lagarto, según la RAE, en su acepción coloquial tanto en masculino como en femenino: Persona pícara, taimada
Lagarta, coloquialmente y despectivamente en femenino, prostituta.  

En esta infografía podemos ver ejemplos de duales aparentes.



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