lunes, 30 de marzo de 2020

Celia Rivas, una mujer que superó estereotipos


Celia Rivas Casais de begootero


En la presentación Celia Rivas Casais se dá a conocer a una mujer que no se dejó amendrentar por los estereotipos de la época y se convirtió en la primera mujer camionera del estado español.  
Celia que falleció prematuramente a la edad de 61 años, condujo un camión cuando ni siquiera conducir era una actividad frecuente entre los hombres.  Tuvo que escuchar comentarios como "es muy hombre para ser mujer" o "marimacho".
Su padre fue el que siempre la apoyó e conminó a sus hijas a que hicieran las mismas actividades que los hombres, porque en su etapa de emigrante en Cuba, USA y Argentina, había visto a las mujeres conduciendo.  Su madre, en cambio, no estaba de acuerdo con esto pero acataba las ideas de su marido.  Por eso, como su negocio incipiente suponía tener que contratar un chófer de camión, les dijo a sus hijas que por que no sacaban el carné de conducir; solo Celia aceptó.  Y ya nunca dejó de conducir el camión de la empresa familiar, incluso en tiempos de la Guerra Civil cuando requisaron el omnibus de la empresa, fue ella con su hermana María, quien superando de nuevo los estereotipos de la época, condujeron el camión de A Coruña hasta Grado (Asturias), llevando el correo a los soldados del frente.  Superó la oposición de su madre y sus hermanas que le decían que no estaba bien visto que una mujer fuese a la guerra, parecería atrevido y desafiante.

También tuvo que superar los comentarios de los jóvenes de su época que le decían, cuando la conocían, que no pensaran que fuera tan femenina, se habían formado la idea de ser una mujer con aspecto varonil, porque una mujer (con la imagen estereotipada de delicada, débil) no podía conducir un camión.  De acuerdo con la normalidad de la época, Celia no podía conducir un camión.

Como las mujeres no eran decentes en su época si no se casaban, Celia se casó con un hombre que aceptara su forma de funcionar en la empresa familiar.  Las mujeres llevaban el negocio familiar. Pero también se dió cuenta que tenía que integrar a los hombres y no hacer que se sintieran de menos.

No sabemos si Celia fue a la escuela ni cuanto tiempo, pero está claro que la educación será clave para la consecución de la igualdad entre hombres y mujeres.  Educación no solo formal (la escuela), sino también la no formal, la de la familia y la sociedad, en general.  
Desde la escuela tenemos que trabajar con objetivos explícitos para educar en igualdad, para visibilizar las discriminaciones que se producen en diferentes ámbitos (familia, publicidad, música,...) y también visibilizar el papel de las mujeres en las diferentes materias que impartimos.  No podemos dejar que parezca que la historia solo es cosa de hombres, historia en el sentido amplio del término.  También la orientación vocacional es clave para este cometido, ayudando a superar los estereotipos imperantes en la elección de estudios y profesiones; estereotipos que la sociedad en general despliega y que condicionan las elecciones de nuestros jóvenes.  Por eso, como orientadora utilizo en muchas actividades de orientación vocacional un material de Instituto Asturiano de la Mujer, Rompiendo Esquemas, dirigido a alumnado entre 12 y 16 años.  El objetivo del programa es "ofrecer un modelos de orientación académica y profesional que desarrolle en el alumnado la capacidad de realizar la elección de profesión sin sesgos de género"

También  utilizo una herramienta online del Instituto murciano de la Mujer, Elige profesión sin distinciones de género, que tiene como objetivo que los jóvenes hagan elecciones vocacionales solo basadas en sus preferencias y no en su género.  Funciona como un diccionario de profesiones y en cada una de ellas, además de describirla, indicar las aptitudes necesarias y los estudios a realizar, da a conocer una mujer que destacara en la profesión.

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